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Mostrando entradas de 2010

Flor y cronopio

Un cronopio encuentra una flor solitaria en medio de los campos. Primero la va a arrancar, pero piensa que es una crueldad inútil y se pone de rodillas a su lado y juega alegremente con la flor, a saber: le acaricia los pétalos, la sopla para que baile, zumba como una abeja, huele su perfume, y finalmente se acuesta debajo de la flor y se duerme envuelto en una gran paz. La flor piensa: «Es como una flor». - Julio Cortázar, Historia de cronopios y famas
No seré miel, pero tengo algo de dulce y pegajoso. No seré agua, pues no he sido transparente. No soy del todo negra y por eso tampoco seré carbón. No vengo a salvarme, pues entiendo que no tengo salvación. Voy a caminar hasta que me canse, después dormiré sobre la pradera del placer.  Verdosa, amarillenta y silenciosa, porque he manchado mi alma. Ya no seré alma, porque de la tierra soy. Y no seré tierra tampoco, pues aquí me tienes civilización. Y cuando despierte y deje de escuchar esa canción, allí estarás con esa sonrisa que me llena de aliento y me recuerda que viento y ceniza soy.

Cavilaciones estúpidas de un desesperado - La Ocupación-

Es un momento en el que mi producción mental está determinada por la rutina y las ocupaciones, no tengo tiempo ni de recordar cuantas cosas tengo que hacer. Es un momento nublado y triste, agitado y borroso. Pero tengo la esperanza de que saldré bien mental y fisícamente de estas pesadas semanas, no lo son tanto, también ayuda mi desordenada cabeza que me pone con líos en el tiempo, y este cuerpo del placer que le da por rendir poco y quejarse mucho. Creo que es un rato para darme cuenta que no importan la presiones, ni los estresés, la única manera de no morir en el intento de cumplir, es la calma interna y el amor. No estoy para vainas tan románticas, pero creo que es importante darle un papel a este tema tan cliché en momentos tan aburridores e incomprensibles como este. Nadie es culpable, sólo yo y mis decisiones, que terminan metiéndome en líos que sólo yo puedo solucionar - al fin y al cabo la que decide tener tantas responsabilidades soy yo-. Y no es del todo imposible.

Libertad para hacer uso público de la razón

" Sin embargo, para esa ilustración sólo se exige libertad y, por cierto, la más inofensiva de todas las que llevan tal nombre, a saber, la libertad de hacer un uso público de la propia razón, en cualquier dominio. Pero oigo exclamar por doquier: ¡no razones! El oficial dice: ¡no razones, adiéstrate! El financista: ¡no razones y paga! El pastor: ¡no razones, ten fe! (Un único señor dice en el mundo: ¡razonad todo lo que queráis y sobre lo que queráis, pero obedeced!) Por todos lados, pues, encontramos limitaciones de la libertad. Pero ¿cuál de ellas impide la ilustración y cuáles, por el contrario, la fomentan? He aquí mi respuesta: el uso público de la razón siempre debe ser libre, y es el único que puede producir la ilustración de los hombres. El uso privado, en cambio, ha de ser con frecuencia severamente limitado, sin que se obstaculice de un modo particular el progreso de la ilustración". Kant: ¿Qué es la ilustración? (Fragmento). http://www.cibernous.com/autores/kant
Es difícil explicar la sensación que tengo en el estómago. He tratado de encontrarle explicación y pues aunque no sé a ciencia cierta a qué se debe, creo que tengo claros algunos factores que la disparan. Hay días, como hoy, en los que tengo todo el día lleno de cosas por hacer, entre las clases, el trabajo y los ensayos, se me pasan las horas. En esos días en los que no tengo una clase lo suficientemente interesante, en los que no puedo leer, ni conversar. Días que parecen vacíos, porque cumples con tus deberes sin interevenir mucho en ellos, tal vez porque se me tuesta la cabeza de pensar en el tiempo, porque vengo de días cálidos y tranquilos. No se por qué, pero ando disfrutando menos las cosas. Me estoy cansando de estar cansada, de no tener espacio para nada, de caminar en círculos, de mi rígida autocrítica que siempre se queja del sueño que le da a mi cuerpo. A este cuerpecito hedonista y soñador, a este puto cuerpo que no encuentra sosiego. Maldita cárcel.

El mundo por dentro

Siento correr los ríos por mis venas y crecer las estrellas en mi frente. Siento que soy el mundo y que la gente, habita mis pulmones y colmenas. De flores tengo las entrañas llenas y de peces la sangre, la corriente que caudalosa y permanentemente inunda mis canciones y mis penas. Llevo por dentro el fuego que por fuera dora los panes, seca la madera y produce el incendio del verano. Las aves hacen nidos en mi pelo, crece hierba en mi piel, como en el suelo, y galopan caballos en mi mano. Carlos Castro Saavedra. http://www.flickr.com/photos/solamarillo/

Ella

Si caminamos más despacio te cansarás menos, igual llegaremos, dejá el desespero. Si ya sé, siempre es lo mismo, siempre dices que eres una desesperada y que no puedes contener tu impaciencia. Pero puedes intentar relajarte ¿no? Ah no te estoy regañando, vos siempre tan a la defensiva. Si quiere siga corriendo, llega más rápido y puede saciar su paciencia, pero eso sí, acuérdese que el camino es largo y depronto se cansa tanto que tiene que parar para recuperar sus energías. Yo se linda que no es fácil, que quieres verlo con tus propios ojos, yo también. ¿Estás cansada? Eso pasa por correr tanto, dale, sientate ahí, tranquila toma un poco de agua, falta poco. -Y nos fuimos caminando hasta llegar a la cima, nunca pude con su desespero, ella siempre es así y aún no tiene la capacidad de controlarlo. Cuando llegamos salió una lágrima de su ojo derecho y se tapó la cara con los brazos explotando en llanto. - No llores preciosa que el dolor de piernas se pasa con un beso, tranquila, d
                                                        http://elblogcanalla.com/
Es un desespero interno, un no sé qué hacer. Es sencillamente no hallarme en ningún lado, sin razones, con las ganas bajitas, con la indecisión alborotada. Días de niña, femeninos y lunáticos... Días de encierro en el mí misma atormentador. Soy de piedra o de barro y no tengo activado en la cabeza el chip de la decisión. Bajito el ánimo, alto el sueño y el cansancio. Tal vez razones me faltan, pero no en la vida, sino en la cotidianidad. ¿What's your name? ¿What's your number? - La lluvia me atrapa, me encierra, me tumba- Pero... Los días de sol vuelven y con ellos mi energía, lo mío son las tardes brillantes. Es como si mi fuerza se recargara con el sol. Y no es que no me guste la lluvia, siempre disfruto de su sonido y a veces me parece que tiene una belleza insuperable. Pero su aparición continua me va poniendo taciturna y dormilona, y ahí es que llega todo el desespero anteriormente mencionado, aunque a veces quisiera no excusar al mundo por mis estados de áni

El tiempo se ha quedado dormido

El tiempo se ha quedado dormido, insolentemente. El tiempo se ha ido despacio, sin alarmas, sin necesades. Horas, años, días, meses, siglos, inventos humanos que soportan en sí la existencia de aquella dimensión. Tiempo falso, tiempo libre, tiempo muerto... ¿Exactitud? Solo los compromisos saben recordar aquella palabra. Un día más, un día menos, en el mismo lugar, con la misma sensación. El tiempo se ha quedado dormido, Insensiblemente. Tras mi ahogo entre las horas, tras la espera de que pase la vanidad de un lunes o un jueves quizá. Y vienen "fechas" que me recuerdan que el tiempo ha pasado. Pero no delante de mí, no ha ido caminando en el roce de mi piel, pues yo sigo acá y para mí, el tiempo se ha quedado atrás. Y hay días que dicen que estás creciendo, hay años que dicen que ya has acabado con una etapa de tu vida, hay horas que dicen qué será de ti, pero también hay días (y estos abundan) que no dicen nada. Es por esto que me consume la necesidad de leer, escuchar, ve

Mundo de arcilla

Me siento maniatada, como cuando eligieron a Santos, me siento con las ganas reprimidas. Me siento oprimida, en una situación sin salida. Momentos como este, en el cual debo replantear mi personaje dentro de los asuntos, me hacen sentirme pobre de espíritu, me hacen odiarme y sentirme trepada dentro de un tren que no manejo y en el cual, no puedo incidir. Me repugnan las situaciones en las que no hay por donde salir, donde la salida está en tu actitud, en tu reacción frente a todo, en tu resignación. Lo inevitable, lo destinado, lo sistematizado... La vida es complicada y absurda, se mueve bajo una melaza que oprime y moldea su movimiento. Régimen de energías, contextualizados pero no determinados. El momento de actuar siempre está cerca, está en el tiempo que cada uno lleva dentro de sí. Y yo no quiero peliarme más con la vida y con el tiempo, por ahí supe de una pelea entre Don tiempo y un sombrerero que no terminó bien, solo dejó un hermoso y brillante personaje fuera del tiempo rea

Veinte mil leguas de viaje submarino Fragmento del capítulo XVII: Del cabo de Hornos al Amazonas

Al día siguiente, 12 de abril, durante el día, el Nautilus se aproximó a la costa holandesa, hacia la desembocadura del Maroni. Vivían en esa zona, en familia, varios grupos de vacas marinas. Eran manatís que, como el dugongo y el estelero, pertenecen al orden de los sirénidos. Estos hermosos animales, apacibles e inofensivos, de seis a siete metros de largo, debían pesar por lo menos cuatro mil kilogramos. Les hablé a Ned Land y a Conseil del importante papel que la previsora Naturaleza había asignado a estos mamíferos. Son ellos, en efecto, los que, como las focas, pacen en las praderas submarinas y destruyen así las aglomeraciones de hierbas que obstruyen la desembocadura de los ríos tropicales. -¿Sabéis lo que ha ocurrido desde que los hombres han aniquilado casi enteramente a estos útiles animales? Pues que las hierbas se han podrido y han envenenado el aire. Y ese aire envenenado ha hecho reinar la fiebre amarilla en estas magníficas comarcas. Las vegetaciones venenosas se han mu
A pedacitos, uno, dos, tres ...y siguen cayendo. Como si no importara te das cuenta que ya no sos lo mismo. ¿Pero qué sos? Soy algo pues tengo poca carne y muchos huesos y sigo latiendo. Tal vez el ritmo sea diferente, pero escucho un latir y lo siento. Quizás no lo sienta cerca y eso me asusta. Tal vez cambiar, algo que siempre ha sido tan divertido, ahora sea difícil. Primero era un juego, los sueños eran del viento y la vida no importaba, ahora me importa menos mi futuro, pero me duele mi pasado. Porque camino con "conciencia", camino sin atajos, con dolor en los pies y metiendo el corazón hasta el fondo. Ay de mi corazón, roto y sin oxígeno, ahora no ando regalando nada, me he quedado sin nada para dar. He tratado de usar la sinceridad, pero he notado que a la gente le molesta eso, le molesta la crudeza de las palabras certeras. ¿Y qué me queda? Una caricia. Una tarde. Una libreta y unos zapatos rojos. El vacío, el triste vacío.

Hoy necesito que pare de llover

¿Por qué tiembla? Tengo frío. Aunque esté pálida, aunque se muerda los labios morados y parezca no estar ecuchándome, la siento viva. Pues yo no me siento muy viva. ¿Y el frío? El frío me atormenta la poca vida que tengo. Tiene luz en los ojos, tiene ardor en los pechos. Tengo una vida sin camino. ¿para qué quiere un camino? No lo piense, ¡siéntalo! Ja ¿sentir qué? El viento que camina por su piel, los labios que tratan de desgarrarle las entañas. Si tuviera sus besos, sólo eso tendría. Por eso no los tiene. Lo sé. Usted aún no sabe nada. Quiero parecer así. ¿Para qué? Para no explicarle a nadie lo que entiendo, quiero y sé. Así se le va a ir la vida y no se va a dar cuenta de lo que ha caminado y seguirá caminando. Pues que se vaya, que me deje su olor, que me ecienda el sol, que no me de amores porque de eso no sé nada, pero que pase. Esta pasando, ¿Qué espera? Ahora sólo espero que deje de llover. No necesito un camino soleado, pero tampoco quiero tener tan embarrados los pies.

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Deslizarme despacio con las manos cerca de mi cuerpo, con la respiración lenta y cortada, ya no quiero enterarme de nada. Ir por debajo , como si hiciera parte del aire del aire que se filtra en los espacios que no se ven, entrar sin parecer adentro. Callar mentir salvarme. Hacer del espacio tiempo sin dejar de temblar, y empezar a caer.

...

No necesito ser otra persona para ser feliz, quisiera ser yo misma pero yo misma no sabe quién es. Ahora estoy aquí sentada con el corazón vuelto mierda, con ganas de llorar, de esas que arden en la garganta y te comienzan a salir lágrimas sin permiso. Pero miro a la ventana y siento que hay algo más que me hará soñar, tal vez sea el color de los árboles en este país lejano donde nadie parece colorido, tal vez sea ese cielo que nunca había visto, o podría ser también la espera de esta muerte lenta que anda rondando mis venas. Porque morir tiene tanto sentido como vivir y quizá sienta pronto el efecto del visitante fatal.

Mermelada de mora

Si está loca esta vida, tiene ganas de revolverme más la cabeza. Me pone la felicidad en cada cosa que hago, pero me hace tomar decisiones que no tienen razón. Claro que no creo en las razones, ¿qué puede ser suficiente para ser racionalmente posible? Ahora estoy caminando sobre el pasto y sintiendo el aire caliente pasarme por las orejas, y eso si que me hace feliz. Es ahora cuando pienso que es inútil empezar a pensar en las cosas que siempre pienso, ¡no quiero! Debería seguir disfrutando sin tener que pensar en el futuro, yo quiero experiencias, miles de ellas, eperiencias de colores y sabores, de miedos, angustias, dolores y grandes satisfacciones. Pero no quiero detenerme a pensar en lo que será mejor, en lo que me hará feliz, en no hacerle daño a los demás. Ahhhh el aire moviendo las hojas de los árboles, me encanta ese sonido, me gustaría tanto escucharlo sin seguir pensando. Pero ahora mismo no resuelvo la cuestión, ni creo que lo haga nunca. Yo no tengo un espíritu acorde a la

Canción de la vida profunda

Hay días en que somos tan móviles, tan móviles, como las leves briznas al viento y al azar... Tal vez bajo otro cielo la Gloria nos sonría... La vida es clara, undívaga y abierta como un mar... Y hay días en que somos tan fértiles, tan fértiles, como en Abril el campo, que tiembla de pasión; bajo el influjo próvido de espirituales lluvias, el alma está brotando florestas de ilusión. Y hay días en que somos tan sórdidos, tan sórdidos, como la entraña obscura de obscuro pedernal; la noche nos sorprende, con sus profusas lámparas, en rútilas monedas tasando el bien y el mal. Y hay días en que somos tan plácidos, tan plácidos... -¡niñez en el crepúsculo! ¡lagunas de zafir! - que un verso, un trino, un monte, un pájaro que cruza, ¡y hasta las propias penas! nos hacen sonreír... Y hay días en que somos tan lúbricos, tan lúbricos, que nos depara en vano su carne la mujer; tras de ceñir un talle y acariciar un seno, la redondez de un fruto nos vuelve a estremecer. Y hay días en que somos tan l
Hay días en los que me siento sola, tal vez son días en los que abro mis sentidos y cierro la boca (cosa que no acostumbro a hacer). Los domingos generalmente son aburridos, pero me gustan. Me gusta tener tiempo para leer cosas, adelantar trabajos, ver fotos, escuchar música, hacer locha y después de todo eso pensar en qué hacer.
¡Hay que soñar! He llegado a esa conclusión nuevamente después de estar segura que vivía por mis sueños. Pero la vida te va acorralando en esquinas oscuras que a veces bajonean lo suficiente como para olvidarlos. He escuchado mil veces el discurso de proponerse metas y luchar por ellas, el problema es que no soy muy amante al futuro, me gusta vivir el instante y a veces los momentos no son tan buenos como para vivirlos sin el "empujoncito" o la motivación. Hace poco iba caminando y pensando en mi estúpida decepción de la vida y entonces suena una canción en el reproductor, el que me acompaña en las mil vueltas que hay que dar por Medellín para llegar al destino deseado, una canción que fue envolviéndome en la melodía. "Sólo es vivir y nada más" me decía doña Marta Gómez mientras la guitarra me crispaba el cuerpo, es como romanticona, pero depronto es un poco de romance y menos desespero lo que me hace falta para volver a creer. Que delicia la inocencia que antes me

Le vendo mis zapatos

Yo quiero que usted los posea, sólo usted sabría como caminar en ellos y hacerlos sentir que soy yo quien los camina. Mire que me han acompañado mucho, son los que tengo desde que empecé la universidad, si, desde aquella época donde todo era nuevo para mi, créame, ni siquiera fumaba y fíjese que ahora es a mi al que fuman. En el tiempo en que me quedaba el día entero viendo su pelo, que desprendía un brillo tan hermoso como el olor de un cartucho recién cortado. Y ahora, sólo tiene esa maraña de color extraño que usted misma se ha encargado de formar. No es que quiera unos nuevos, estos me gustan,pero he decididido que debe comprármelos. Si usted es inteligente, entenderá que estamos menos cerca de lo que estaríamos si los tuviese, bueno, puede no ponérselos, pero eso sí, debe tenerlos consigo. ¿Cuánto valén?, veo que no está muy convencida de comprarlos, pero si le digo el precio tal vez se anime: solamente necesito esa flor que ha traído hoy en su oreja, bueno, no la necesito, creo q