Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2013

Perjuicia no siempre está inquieta

Desde la noche que lo soñó, Perjuicia , sintió el impulso de encontrarlo para comprobar aquella sensación con que despertó después de estarle cerca. Un día, en que recobró su espacio quedándose quieta para observar los movimientos que a su alrededor parecían aturdirla, lo pensó con una evocación sincera y en calma. Pasó la tarde siendo las palabras en su cabeza, cuando terminó de leer su cuento decidió irse sin afanes, después le entraron ganas de caminar para ser testigo de tanta quietud que siempre parecía evadirle y que ese día al fin la consumía. Había bonche en la Universidad y todo parecía vacío, entonces pasó por un lugar oscuro donde se peleaban los egos esperando un ataque que nunca acaeció, cruzo el puente, luego se asustó y retrocedió. Llegó en un bus que se había desviado al destino próximo que se le ocurrió de pronto, donde había programada una película, pero nada la esperaba allí, solo paro-noia. Entonces decidió caminar un poco entre las gentes que tomaban cerveza

Fotografía colegial

Veo dos muchachos parados en la esquina. Ella está frente a él en diagonal poniendo su atención en mitades. Sus rasgos juveniles se afean con el desteñido uniforme y la cara sucia de mulatos. Ella tiene un accesorio curioso en el pelo, algo así como una tirita de nailon con piedras brillantes del largo completo. Su cabellera es espesa y oscura. Ella juega con la tira y la balancea con picardía. Él sigue la conversación e intenta controlar su mirada para no perderse en el pendular. Me quedo pensando en lo que los une, mientras intento descifrar la función de aquel extraño objeto en su cabeza. La muchacha se da la vuelta completa, él agarra rápidamente un mechón abuntante de su cabello y lo huele con pasión (ese instante los congela para siempre en mi memoria). La chica se reincorpora inesperadamente y él deja que el pelo se deslice por sus dedos con naturalidad mientras juega a mirarla dulcemente. Y después, una sonrisa tímida, un abrazo de miradas... Ahora sé que son el olor de su pel

Sentido en Letra.

Buen día que suena a otra lucha incansable por resistir. No como un secreto por encontrar o un enigma por resolver, más como una herida que sangra y no sana. Un no sé cómo ni para dónde agrio. Estoy rendida a los pies de mi estómago y no entiendo para qué la cabeza pregunta tanto si se pone a llenarme el pecho de mocos. Estas soledades son inquietantes porque termino regada y entonces me encarto con la gente que hay en mí. No podría aborrecerlas, son tan hermosas todas como yo misma, me acarician con sus observaciones, tanto inteligentes como impulsivas. Me mantiene en pie de lucha reconocerlas y me abstengo ahora de implicarme más allá. Quiero compartir pero mi entrega no merece la angustia, rayando los cristales y retándome a ser yo misma para encontrarme con rotas ganas de agarrar. Negra y tranquila, tostada y al tiempo recargada por el sol, en quien me baño y a quien invoco a brillar más fuerte cada vez. En mi contexto machista hablarle al masculino como arquetipo de fuerza es

En el borde roñoso de los orificios sin sentido está la cara de la hermana duda

Un rincón acidulado donde el suave silencio esconde un extraño sabor. La palabra enorme el viento sin olor el jardín sin borde y el retumbar del tambor. Tambo largo cuando salgo al mambo y suelto el llanto que no es quebranto. Más sí quebradizo, neutralizado y liso; que suena a suizo pero aparece innato. Es brevedad que rompe, la que nadando cautiva entre mis preguntas - que no por altiva - desgarrándome apuntas. Un tirón y me desplomo me muerdo los pies me siento en el lomo me lamo las uñas nadando en el lodo y son mis pezuñas inofensiva hiel. No me invito a sufrir porque llegó un día al fin en que reír y reír fue posible en mí. Entonces llamo al pulso a gritarse delfín a sentirse iluso confuso en desuso pero no tentado a morir. Nada en los orificios rocas en los intersticios bocas dobladas narices doblegadas oídos cerrados y gatos malsanos. ¡Báncate al vacío de esperar un grito

¡Ay Luna!

Me bendices con tu rezo mientras yo juego a saborear el infierno blanco como si creyera. Mi fé incansable me lanza al atisbo y te encuentro débil y hueles a tierra. Entreabierta y sincera sangre real y rica, soy la tierra fértil ladrando. Toco mi cara contra tu piel, querida Hemoglobina. Canto y me alegro de sentirte, no vuelvas a ausentarte tanto el ausente como usted y yo somos parte de la naturaleza Fem Femme Belle. Nuestro poder engendra las nubes de todas las bifurcadas nociones de hombre, incluso de los fracasados. Esos fueron culpables del susto que da sentirse sin raíz.

Zombies en el parque

Compañeros de copas. La mirada perdida, la sonrisa fingida el tedio del mareo alcohol. Para conocer el día a día basta un tarrito llenito calientito melodía. Ser y estar para beber el néctar dulce y agudo para no pertenecer y vivir desnudo - ¡porque todo lo que he sido, lo he sido siempre desnudo! – Mitigar y adormecer el asco ir y venir sin comer o comiendo. Sin saber y sabiendo cuál será la siguiente estación o al menos a qué sabrá. Estacionar: estar Re.accionar: Volver sobre la acción. Sentir el peso del perpetuo devenir, no reaccionar. Utilizar lo realmente animal no sufrir. Una bolita de alambre deslizándose sobre un tapete lanudo: numen de lana sobre cemento.