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Mostrando entradas de 2011
Aguas azules que arremeten contra los cuerpos frágiles de individuos mecánicos. El buso y la sombrilla, el gorro y las medias. Ay de mi sin los hombros al viento y con las rodillas temblorosas. La lluvia suena bien, pero el frío me parte en pedacitos. Lo bueno es que se notarán menos mis lágrimas por estos días.

Trsiteza nebulosa

Va una tristeza más, siguen creciendo las excusas sin consideración. No importa cuántas puertas toque hoy, mañana habrá otra que abriré con melancolía. A veces pienso que tengo el corazón lleno de polvo, porque he levantado tanto los tapetes que llevan a cada rincón, que he perdido el rumbo. Caminar despacio, tomar conciencia de mis palabras, mirar con detenimiento, no quedarme en los detalles estúpidos y no buscar algo en los ojos de todos. ¿Podría el numen de la vida aumentar mi agonía? No tengo más preguntas, porque me cansé de responderme con mentiras e inventos cada cosa, como si todo en lo que creemos y confiamos no lo hubiésemos inventado. No creo que mis aceradas emociones sean la respuesta, las sensaciones son efímeras y dispersas, solo me quedan los sentidos, solo tengo mi pensamiento. Y ahora, tendré que pensar en cómo hilvanar tanta información. Puedo recorrer varias veces el mismo pasillo y no logro entenderlo, es tan oscuro, tan frágil y engañoso... Todos hablan de

Memoria

Palabras esquivas que bailotean por todos lados como si acariciaran el espíritu, se enredan en los oídos y se pegan de la lengua para morir en un instante blanco. Hurañas palabras sin alma.  La imagen en mi cabeza se esconde entre las víceras: nada nombra lo que pienso. No es la descripción en el significado, es la maldita entidad abstracta del significante,  flotando fluyendo rodando rebotando. Escondidas letras que alardean de su frialdad y me buscan, memorizaré las palabras, las aplastaré. Imagen:  Lucía Fernández y Juan Diego Vergara, exposición "Sobre crecer y viajar"  http://espaciomuseal.blogspot.com/2008_06_01_archive.html
Ahora lo entiendo todo: tiene miedo pero podría arriesgar cualquier cosa. Se ha fumado una caja entera pero sigue con sed. No puede estructurar sus pensamientos porque pasan rápidamente, se acercan, le susurran algo que no logra entender y luego vienen las imágenes que se repiten desordenadamente en una confusa nube de olvido. Otro trago del líquido dulce que le hace recordar cada idea, en un intento desesperado por acariciar la verdad mientras se hunde en las tinieblas de su propia conciencia. El límite es el cielo y la locura. Y sabe perfectamente que si sigue pensándolo tanto acabará con la mente en blanco. "Sin mente primavera, accione". Ahora que lo entiendo, entiendo también que de nada sirve buscar tantas respuestas. Él sigue ahí, tumbado en la cama y bebiendo el placer de despertar sin temor.
Una y mil opciones una y mil decisiones. Dos cucharadas de sonrisas y un plato completo de melancolía, servidos con un poco de café al ritmo del humo, suave. Sincero. Estoy despierta y lo sé pero podría caminar sin estarlo, ahora no me importa la lucidez la energía se dispersa pero nunca se va. La lluvia y un poco de ese silencio incómodo, el silencio y todo lo que engendra.

Cavilaciones estúpidas de un desesperado - Los recuerdos-

Sigo atenta. Espero el momento en el que los recuerdos se consumen y se alejan, espero ver que pasen y se queden atrapados en la enredadera de la entrada principal. Dicen que uno guarda los buenos momentos y que de los malucos solo quedan enseñanzas, pero yo sigo acá, creyendo que los recuerdos viven siempre a mi lado, latentes, vibrantes. Somos los pasos que hemos dado, las palabras que hemos dicho, los pensamientos que nos han hecho volar, somos nuestros deseos, en fin, somos humo y el humo se queda rondando en algún lugar de la atmósfera mientras se aleja del cuerpo. Expiramos vida y aspiramos toda la mierda que se nos pasa por delante, y el cuerpo es la praxis de esa vida que decimos tener, podríamos consumirla o guardarla dentro de una cajita donde sólo hay comida saludable, ejercicio y pastillas para el dolor de cabeza. ¡Ja! Que vida, que recuerdos, que poco tiempo son 5 años, cuánto he cambiado y han cambiado todos. - Buscarse, no encontrarse, consumirse al son del sol y los c