Ir al contenido principal

El tiempo se ha quedado dormido

El tiempo se ha quedado dormido,
insolentemente.

El tiempo se ha ido despacio, sin alarmas, sin necesades.
Horas, años, días, meses, siglos, inventos humanos que soportan en sí la existencia de aquella dimensión. Tiempo falso, tiempo libre, tiempo muerto...

¿Exactitud?
Solo los compromisos saben recordar aquella palabra.
Un día más, un día menos, en el mismo lugar, con la misma sensación.

El tiempo se ha quedado dormido,
Insensiblemente.
Tras mi ahogo entre las horas,
tras la espera de que pase la vanidad de un lunes o un jueves quizá.

Y vienen "fechas" que me recuerdan que el tiempo ha pasado. Pero no delante de mí, no ha ido caminando en el roce de mi piel, pues yo sigo acá y para mí, el tiempo se ha quedado atrás.

Y hay días que dicen que estás creciendo, hay años que dicen que ya has acabado con una etapa de tu vida, hay horas que dicen qué será de ti, pero también hay días (y estos abundan) que no dicen nada. Es por esto que me consume la necesidad de leer, escuchar, ver, sentir y besar, para que los días dejen su pisada en mi cotidianidad. No espero vivir en días llenos de aventuras, ni estar siempre en la hora de té. No espero que las cosas pasen a la velocidad de la luz o del sonido. -Del tiempo no espero nada-.

Me aturde mi relación con él, que empaña mi modo de vivir, atormenta a la señora puntualidad y me aleja cada vez más del orden y la realidad. Me asombra su capacidad de reducción, cómo años tortuosos de guerra, hambre y catástrofes pueden ser reducidos a cifras, a lapsos.

- ¿Cuánto es mucho tiempo?

- ¿Cuánto es poco tiempo?

Señores: al tiempo hay que despertarlo, por más inventado y confuso que sea.

Comentarios

Esteban ha dicho que…
EL tiempo está loco y hace lo que le da la gana, solo cuando lo observamos parece transcurrir normalmente. El tiempo es un asolapado.
La Nadie ha dicho que…
Con esas dos últimas preguntas, me haces recordar cuando mi profesor de producción de texto me hacía responderlas. Me decía que debía ser exacto.

Comunicación y acción.
Laura María ha dicho que…
Si, señores. Acción !

Esteban el tiempo no pasa para nosotros, pero no porque sea asolapado simplemente, también porque algunos no lo entendemos aún.

Gracias por comentar.

Un abrazo!
Alicia Reyes ha dicho que…
Qué buen texto Vieja Laura.


Carolina.
Laura María ha dicho que…
Gracias, vieja Caro!

Entradas populares de este blog

                                                        http://elblogcanalla.com/

Libertad para hacer uso público de la razón

" Sin embargo, para esa ilustración sólo se exige libertad y, por cierto, la más inofensiva de todas las que llevan tal nombre, a saber, la libertad de hacer un uso público de la propia razón, en cualquier dominio. Pero oigo exclamar por doquier: ¡no razones! El oficial dice: ¡no razones, adiéstrate! El financista: ¡no razones y paga! El pastor: ¡no razones, ten fe! (Un único señor dice en el mundo: ¡razonad todo lo que queráis y sobre lo que queráis, pero obedeced!) Por todos lados, pues, encontramos limitaciones de la libertad. Pero ¿cuál de ellas impide la ilustración y cuáles, por el contrario, la fomentan? He aquí mi respuesta: el uso público de la razón siempre debe ser libre, y es el único que puede producir la ilustración de los hombres. El uso privado, en cambio, ha de ser con frecuencia severamente limitado, sin que se obstaculice de un modo particular el progreso de la ilustración". Kant: ¿Qué es la ilustración? (Fragmento). http://www.cibernous.com/autores/kant
Es un desespero interno, un no sé qué hacer. Es sencillamente no hallarme en ningún lado, sin razones, con las ganas bajitas, con la indecisión alborotada. Días de niña, femeninos y lunáticos... Días de encierro en el mí misma atormentador. Soy de piedra o de barro y no tengo activado en la cabeza el chip de la decisión. Bajito el ánimo, alto el sueño y el cansancio. Tal vez razones me faltan, pero no en la vida, sino en la cotidianidad. ¿What's your name? ¿What's your number? - La lluvia me atrapa, me encierra, me tumba- Pero... Los días de sol vuelven y con ellos mi energía, lo mío son las tardes brillantes. Es como si mi fuerza se recargara con el sol. Y no es que no me guste la lluvia, siempre disfruto de su sonido y a veces me parece que tiene una belleza insuperable. Pero su aparición continua me va poniendo taciturna y dormilona, y ahí es que llega todo el desespero anteriormente mencionado, aunque a veces quisiera no excusar al mundo por mis estados de áni