Ir al contenido principal

Lunes Letras

Primera escena:
Pensar en disfrutar Vida mientras fumás Muerte

Una muchacha con chaqueta negra, sudadera suelta y una bolsa blanca en la mano. Su pelo se mimetiza en el paisaje, una reja con enredaderas verdes atravesada por el sol (esa no es la imagen real, acabo de crearla para adjuntar una fotografía que tomé y que lo hace más...¿?). Va pensando que es alguien realmente afortunado, lo piensa así: "yo soy una chimba de persona, merezco disfrutar las cosas, ellos son buenos conmigo porque yo hago cosas bacanas, interesantes... Siempre hablan de mi inteligencia, la notan: - usted tiene buena cabeza -. Merezco disfrutar de la vida." Mira hacia el sol y juega con lo que es mientras sigue pensando: "Que extraño pensar que disfruto de la vida mientras enciendo un cigarro y pienso que soy libre al elegir morir en este pequeño tubito que al mismo tiempo me hace pensar sobre el disfrute." Que pequeña es y que poco puede hablarse, es todas las personas que necesita para comenzar a discutir seriamente sobre esa muerte que mete en un vicio insaciable.


Luego viene y escribe, es más tiene otra escena que le enseña algo antes de sentarse aquí.

Segunda escena:
El abrazo de Jesús

La muchacha de pelo color sol enredadera va a pasar la avenida mientras piensa en escribir la escena anterior. Vuelve a darse cuenta que ha cambiado todo y que no puede quedarse en ningún lado porque un bus la sorprende volviéndose gigante sobre el horizonte y entonces, juega a buscar un espacio para evadirlo, luego una camioneta detrás con un tipo afandado y respirar, reincorporárse y sacar la cabeza y un pie, una fila en zigzag de carros y luego nada, el señor de las frutas con una carpita roja y unos ojos del color de sus aguacates, pasa rápido, lo mira y luego ve ante ella los brazos abiertos del niño Jesús con su vestido rosado y su carita de inocente amor. Se afana nuevamente porque ve muchas cosas, las cosas de siempre pero las ve con una necesidad extraña de seguirles buscando y tragárselas con alegría, sin tantas preguntas. Más así como palabra, como escenas, pensarse en escribirse, permitiendo a todas las voces cantar. Para regarse como dice siempre ella por ahí y también exigirse como dice la otra ella. Soy cada una de estas en las que empiezo a percibirme como letra y caminante.

La inteligencia vuela alto pero...




Comentarios

Entradas populares de este blog

                                                        http://elblogcanalla.com/

Libertad para hacer uso público de la razón

" Sin embargo, para esa ilustración sólo se exige libertad y, por cierto, la más inofensiva de todas las que llevan tal nombre, a saber, la libertad de hacer un uso público de la propia razón, en cualquier dominio. Pero oigo exclamar por doquier: ¡no razones! El oficial dice: ¡no razones, adiéstrate! El financista: ¡no razones y paga! El pastor: ¡no razones, ten fe! (Un único señor dice en el mundo: ¡razonad todo lo que queráis y sobre lo que queráis, pero obedeced!) Por todos lados, pues, encontramos limitaciones de la libertad. Pero ¿cuál de ellas impide la ilustración y cuáles, por el contrario, la fomentan? He aquí mi respuesta: el uso público de la razón siempre debe ser libre, y es el único que puede producir la ilustración de los hombres. El uso privado, en cambio, ha de ser con frecuencia severamente limitado, sin que se obstaculice de un modo particular el progreso de la ilustración". Kant: ¿Qué es la ilustración? (Fragmento). http://www.cibernous.com/autores/kant
Es un desespero interno, un no sé qué hacer. Es sencillamente no hallarme en ningún lado, sin razones, con las ganas bajitas, con la indecisión alborotada. Días de niña, femeninos y lunáticos... Días de encierro en el mí misma atormentador. Soy de piedra o de barro y no tengo activado en la cabeza el chip de la decisión. Bajito el ánimo, alto el sueño y el cansancio. Tal vez razones me faltan, pero no en la vida, sino en la cotidianidad. ¿What's your name? ¿What's your number? - La lluvia me atrapa, me encierra, me tumba- Pero... Los días de sol vuelven y con ellos mi energía, lo mío son las tardes brillantes. Es como si mi fuerza se recargara con el sol. Y no es que no me guste la lluvia, siempre disfruto de su sonido y a veces me parece que tiene una belleza insuperable. Pero su aparición continua me va poniendo taciturna y dormilona, y ahí es que llega todo el desespero anteriormente mencionado, aunque a veces quisiera no excusar al mundo por mis estados de áni