La luna ha llegado tranquila
Es el ciclo perfecto.
Corredores mágicos:
Uno blanco
en fondo verde,
las nubes palpables ocultaban
la línea de madres cubriendo el suelo,
mientras las cimas asomaban
en solemne duelo.
El del duende inerme,
pasillo colorido y brillante,
que para verme
ha llegado a la pradera.
Luego otro sobre un cable
de cantores con pecho grande
y trino andante.
Un canto rito envidiable
El escenario:
un balcón en las montañas
de la tierra,
con frías mañanas.
El horizonte es girola de luz.
Todos los pasillos
me muestran formas del Ser.
Siento el día bailando azul
formando anillos,
cada fragmento en su hacer.
La escenografía es cambiante,
no son las mismas montañas.
¡Lo veo!
Soy todas aquellas marañas
que en destello fascinante
siento vivir en mí.
Montañas con nubes naciendo
Arcoiris de jabón en lluvia cariñosa
Pechiamarillos en reunión de juglares.
Y ahora mismo
la noche que suena en un grillo
perseverante.
Es el ciclo perfecto.
Corredores mágicos:
Uno blanco
en fondo verde,
las nubes palpables ocultaban
la línea de madres cubriendo el suelo,
mientras las cimas asomaban
en solemne duelo.
El del duende inerme,
pasillo colorido y brillante,
que para verme
ha llegado a la pradera.
Luego otro sobre un cable
de cantores con pecho grande
y trino andante.
Un canto rito envidiable
El escenario:
un balcón en las montañas
de la tierra,
con frías mañanas.
El horizonte es girola de luz.
Todos los pasillos
me muestran formas del Ser.
Siento el día bailando azul
formando anillos,
cada fragmento en su hacer.
La escenografía es cambiante,
no son las mismas montañas.
¡Lo veo!
Soy todas aquellas marañas
que en destello fascinante
siento vivir en mí.
Montañas con nubes naciendo
Arcoiris de jabón en lluvia cariñosa
Pechiamarillos en reunión de juglares.
Y ahora mismo
la noche que suena en un grillo
perseverante.
Comentarios