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Muchachos insensatos

La insensatez de acercarse a la muerte
entre las noches y las esencias
las conversaciones y los lugares,
suerte
muerte.

Suerte que somos unos rebeldes de la luz
de todo lo que hay en todos
y en la nada absoluta del sol en la mañana
que te recuerda la realidad
y los borrachos
los perdidos
las angustias renovadas por la euforia nocturna.

Noctámbulos
vacíos
hermosos.

Conspiraciones mágicas, palabras y miradas, voces e historias.
Todos se quedan allí pero me dejan el sabor de la alegría,
de ser reales en el momento preciso y al otro día
sentirse triste pensando en lo que escribió en la mañana fresca
en aquella pared de una casa cualquiera con una crayola naranja:
"amar y no temer"
palabras simples y suaves...

Pero al siguiente día comienza otra vez el ciclo, y no desde el principio, desde donde duele.
¿Hambre? ¿Temor?

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