Cuando el universo conspira a tu favor, inspira, y cuando no, estalla en vos.
Entre la armonía del azar hay brillos y agujeros que los autodemoninados conspiradores vemos pasar, nos absorben tanto los agujeros que también saltamos entre las luces cayendo en pasos falsos como abismos que nos alejan de la magia. Entonces, también lo vemos mientras lo soñamos - porque soñando se anda y se ve, no mientras dormimos, mientras somos el sueño y los personajes son vivos soñantes.errantes-, y pasamos de la magia a la fantasía. Así mismo y por eso mismo, somos palabras, literatura, pintura, música, garabatos, artesanos, religiosos, mamertos y dormidos, despiertos y locos ajenos. No estamos seguros de nada, las conexiones nos llevan tumbando entre las cerradas puertas de las almas sin espíritu... y luego, te bañás en una cascada de lágrimas verdes y vibraciones eléctricas, con tanto espíritu que no tenés espacio para maquinar...
Pasa la vida y días después ves con otros ojos, ves y te das cuenta que escribiste estas palabras como cantándole al siguiente instante -prediciendo- ni bendiciendo ni maldiciendo, solo abriéndote a la posibilidad de sentir... Y volvés a la magia, te encontrás con los aromas y los cantos de los pájaros, con el revoloteo de los colores mariposa y los vientos azules amarillos, los ojos del río y la cascada brillando entre los arcoiris. Tanto hay ahí entre lo que no pensé (o vi), ni pensamos quienes maqui-namos, ahí hubo conspiración pura, toda la belleza gritándote palabras en el silencio contemplativo y la caricia de unos labiecitos dulces. La brisa oliendo a madera roja, quebrándote en frío y en calor implacables.
Vamos calma, sos la esperanza a quien le escribí antes de aventurarme a tus humedales, a quien le dije que me acompañara sin impedirme disfrutar, esa puta a quien llamé para ser más el estómago y la espalda en la piel. {Bienaventurados quienes encuentran en el arte de la conexión natural e intangible un regocijo a su espíritu inquieto}
Comentarios