Hace un buen rato no lloro, no me salen lágrimas de dolor o desespero, no he sentido esa angustia que siempre me invade el cuerpo, esa impotencia que suele recordarme lo idiotamente frágil que soy. En este instante no me acuerdo de la última vez que lloré con todas mis fuerzas, ahora me olvido fácil de las cosas, tal vez sea un mecanismo de defensa o en realidad me dejo envolver la cabeza, quizá ahora soy más fuerte y supero fácil las cosas, podría ser que lloro por cosas diferentes a mi impotencia ante el mundo.
No puedo decir que todo anda bien, que todo es felicidad y que esa es la razón de que hace un rato no lagrimeo. Podría ser que he superado situaciones y cosas que me hacían llorar fácilmente, como quien tiene un callo en la mano y no vuelve a sufrir por ampollas molestas. Pero a mi no me molesta llorar y tocar la herida, eso me hacía sentir más liviana, pues cuando lloraba mucho sacaba todo eso que me atormentaba.
Podría ser que he crecido un poco con esto de ser tan sentimental, yo nunca me he propuesto no llorar, simplemente han desaparecido las lágrimas que me acompañaban constantemente en mi cotidianidad. Me hace falta sentir ese ardor en el pecho de rabia y dolor. Ahora siento que las cosas me tocan pero de una manera diferente, necesito cuestionarme acerca de eso y llegar al fondo del asunto ¿qué cambió en mi?.
Ahora bien, si usted sabe dónde puedo conseguir algunas lágrimas pequeñas, si, no muy azules, pueden ser dos tal vez, ¡ayúdeme!, creo que se ha secado mi pozo, creo que he perdido mi compasión con el mundo que ni un sollozo merece de mi. Yo estaré aquí en mi sillita blanca, con la ventana abierta y sintiendo la suave brisa marina que me recuerda los domingos en la tarde, por los paseos en barco, podría ser que me encuentre en la playa dando el paseo del atardecer o leyendo un libro bajo mi sombrilla amarilla. Pero no importa si irrumpe en mis actividades, si sabe quién se ha llevado mis lágrimas le ruego que me diga, esta en las manos de quien posee este secreto, o mis lagrimas, salvarme.
Comentarios
mientras te leia, se me vino a la cabeza una frase del che que decia algo asi como que en la vida hay que aprender a endurecerce sin perder la ternura, quizas eso lo has aprendido y ya los lagrimas no salen con tanta facilidad como antes...bah, que se yo!
Un abrazo señorita Laura María.
Gracias por leerme...!
Un abrazo para vos también.
Laura maría! SOs una mamasita!, y me encanta este blog.. ya lo leí casi todo :) (y tengo que estudiar mucho y ud no me deja).
Att: Caro p..
Gracias! por hacerlo.
Yo he pensado muchas veces en lo fácil que lloraba, últimamente he llorado con cosas que no tienen sentido, la rabia y la impotencia me hacen llorar.
Pero claro que me siento sensible, solo que ahora tengo una actitud menos melancólica, tenemos que ver un día las estrellas y cantar una buena canción para que lloremos!
Un abrazote y mucha energía para terminar este semestre!!