Ir al contenido principal
De eso se trata vivir, de ir y volver, de reír, decepcionarse y ser campeones. No recibimos mucho, pero si más de lo que damos, somos hijos del viento que se mece sin razones, estamos bañados en leche lunar tan fría y tan maternal. A veces quisiera conectarme al mundo y sólo logro hacerlo cuando me acerco a personas que pueden vibrar como yo con cada cosa que pasa, ahí me doy cuenta que no estoy sola, que en el mundo también hay otros que se sienten forasteros.
Pero así es, unos de papel, otros de cartón, todos tan pequeños y tan moldeables. Hoy quiero volver para decir que hago lo que me gusta hacer, que siento que estoy donde debo y que no importa si me decepciono cada vez más del mundo y del hombre, a veces conocer la realidad humana tiene sus desventajas, tal vez un día me encuentre con la respuesta a todo esto, tal vez un día yo misma llegue a explicarme a mi y a mi papel en el mundo.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
El ser humano esta condicionada a cambiar, transformarse y renovarse, algunos constantemente, otros cada certo tiempo, y por eso creo que nadie nunva a conocer con total certeza cuál es su papel en este mundo.

Y bueno, lo importante no es saber cuál es nuestro papel, ni darle explicación a cosas que quizás nunca vamos a saber, lo importante es hacer en este mundo lo que haga vibrar, lo que nos mueva, lo que nos regale instantes de felicidad.

Hay que dejarleal mundo conservar sus misterios.

Un abrazo.
Laura María ha dicho que…
Amo los misterios, pero soy un ser crítico que se pregunta por todo. Pero me encanta tu posición, ¿para qué preguntarnos cosas que no nos vamos a explicar nunca?

:)

Entradas populares de este blog

Una pequeña persona

Soy una persona pequeña. Esa particularidad me ha obligado a mirar por encima de mi cuerpo para buscar en los ojos de las otras personas. También me permite encontrar lugares secretos como rincones y esquinas en los que logro entrar con facilidad. Por eso fui buena para jugar a las escondidas cuando era una niña (todavía lo soy). Llena de curiosidad estaba constantemente cultivando la flexibilidad de mi cuerpo.    Recuerdo específicamente que me gustaba jugar Botetarro . Nuestra versión consistía en patear una botella de plástico lo más lejos posible y correr a esconderse, mientras la niña que quedaba iba a recuperar la botella y se devolvía de espaldas hasta el lugar inicial. Luego, ella dejaba la botella en este lugar y buscaba a los demás para volver a tocarla mientras gritaba el nombre de la persona que había encontrado. Lo más emocionante para mí era que teníamos la posibilidad de correr y de llegar antes que esa persona para patear la botella. Esto hacía que el jueg...

El tiempo se ha quedado dormido

El tiempo se ha quedado dormido, insolentemente. El tiempo se ha ido despacio, sin alarmas, sin necesades. Horas, años, días, meses, siglos, inventos humanos que soportan en sí la existencia de aquella dimensión. Tiempo falso, tiempo libre, tiempo muerto... ¿Exactitud? Solo los compromisos saben recordar aquella palabra. Un día más, un día menos, en el mismo lugar, con la misma sensación. El tiempo se ha quedado dormido, Insensiblemente. Tras mi ahogo entre las horas, tras la espera de que pase la vanidad de un lunes o un jueves quizá. Y vienen "fechas" que me recuerdan que el tiempo ha pasado. Pero no delante de mí, no ha ido caminando en el roce de mi piel, pues yo sigo acá y para mí, el tiempo se ha quedado atrás. Y hay días que dicen que estás creciendo, hay años que dicen que ya has acabado con una etapa de tu vida, hay horas que dicen qué será de ti, pero también hay días (y estos abundan) que no dicen nada. Es por esto que me consume la necesidad de leer, escuchar, ve...
No seré miel, pero tengo algo de dulce y pegajoso. No seré agua, pues no he sido transparente. No soy del todo negra y por eso tampoco seré carbón. No vengo a salvarme, pues entiendo que no tengo salvación. Voy a caminar hasta que me canse, después dormiré sobre la pradera del placer.  Verdosa, amarillenta y silenciosa, porque he manchado mi alma. Ya no seré alma, porque de la tierra soy. Y no seré tierra tampoco, pues aquí me tienes civilización. Y cuando despierte y deje de escuchar esa canción, allí estarás con esa sonrisa que me llena de aliento y me recuerda que viento y ceniza soy.