A veces me siento mareada, algo ida y con una revoltura en el estómago tan imperceptible como insoportable, siento que hay algo dentro de mí que no me pertenece, algo sobrenatural; a veces lo siento cerca, como cuando te beso, ahí siento que acaricio ese principio vital que no puedo explicar, tan fuerte y tan lejos de mí; no se porque se aleja si me llena completamente, no entiendo por qué me esquiva, por qué se esconde y no me permite sentirlo de verdad; sólo viene y me embriaga en su fuerte hedor a ti.
Ahora lo quiero, quiero poseerlo y no soy más que un idiota mediador; sólo te busca a ti, usa mi vientre y tal vez te encuentre en él, porque en él estas tú, a veces vienes y a veces no, pero él sabe que tú también eres una extensión de mi cavidad abdominal, sabe que cuando no estás ahí mis entrañas te evocan y de esa manera permanece tu presencia.
Eres tú, es una parte de ti, es tu identidad, tu olor, tu sabor; impotente me siento al no descifrar que hay en mí que te haga falta.
Si realmente te faltara algo sería yo quién moriría en la búsqueda interminable; ahora me ahoga el deseo de saber que es lo que se aferra a mi de una manera tan fuerte, pero que simultáneamente esconde el rostro.
Ahora lo quiero, quiero poseerlo y no soy más que un idiota mediador; sólo te busca a ti, usa mi vientre y tal vez te encuentre en él, porque en él estas tú, a veces vienes y a veces no, pero él sabe que tú también eres una extensión de mi cavidad abdominal, sabe que cuando no estás ahí mis entrañas te evocan y de esa manera permanece tu presencia.
Eres tú, es una parte de ti, es tu identidad, tu olor, tu sabor; impotente me siento al no descifrar que hay en mí que te haga falta.
Si realmente te faltara algo sería yo quién moriría en la búsqueda interminable; ahora me ahoga el deseo de saber que es lo que se aferra a mi de una manera tan fuerte, pero que simultáneamente esconde el rostro.
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