Ir al contenido principal

Loro

La sordidez de buscar satisfacción
el fin de la semana que nunca termina
un sueño agrio de alcohol
y la loca camina
y camina.

No me mirés así luna
que todos escuchan a Silvio
y yo tengo lágrimas guardadas
por el hombre que cuidó mi cuna.
El agua de mis ojos no es alivio
sigo sin entenderlo
solo puedo abrazarlo
y anhelo volver a verlo
porque se siente un mal presagio.

Padre de la madre que renuncia a cuidar
madre de la raíz que ha olvidado regar.

Soy un sueño
y el que me soñaba renunció a la realidad.
Soy una pesadilla
que lo despierta cada poco
no está loco
ni enfermo
no está dormido
ni vencido.
¿Dónde está?
¿Dónde estará?
No me olvidés negro
vos no me enseñaste a luchar
pero si a amar.
A escribir cartas cursis con lo que se siente
a llorar y a reír escuchando música sentimental.

Ahora que escucho a los hombres de la guitarra
te escucho
te busco
te vivo
te leo
pero no te encuentro.

¿Estaré buscando en el lugar equivocado?
Si las palabras llegaran a tus oídos
no tendría que escribir llorando.

No lloro
loro
es visaje,
o tal vez,
he comenzado el viaje.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sustento de tierra dulce

Imagino que soy sin este cuerpo un saber ser, un absoluto que no se pregunta por lo absurdo y mucho menos por lo abstracto. Esa imagen que no es táctil me sabe a humo y sube hasta lo que sabemos es la atmósfera que nos cobija la vida. Me separo de lo que soy para intentar amar sin nudos que me nublen la posibilidad de crecer e intento romper esa fina capa de oxígeno que nos contiene. Ingenio una vía hacia la estrella más cercana y me solidarizo con un calor que ya no siento, pero aún lo recuerdo, y ahora más que nunca resisto. Más y allá comienza la fusión con ese fuego que enceguece y del que no quedan formas ni ataduras terrenales. Saber y sentir son pasados de lo que ya esta nada en la que me he convertido no tiene el más mínimo reflejo. Dispersa en lo lácteo de mi camino me he tropezado con los límites del universo conocido: la materia oscura, el túnel hacia otra dimensión que no requiero porque ya no existe la curiosidad con la que comencé este viaje, no existo yo, así en masculin...

El tiempo se ha quedado dormido

El tiempo se ha quedado dormido, insolentemente. El tiempo se ha ido despacio, sin alarmas, sin necesades. Horas, años, días, meses, siglos, inventos humanos que soportan en sí la existencia de aquella dimensión. Tiempo falso, tiempo libre, tiempo muerto... ¿Exactitud? Solo los compromisos saben recordar aquella palabra. Un día más, un día menos, en el mismo lugar, con la misma sensación. El tiempo se ha quedado dormido, Insensiblemente. Tras mi ahogo entre las horas, tras la espera de que pase la vanidad de un lunes o un jueves quizá. Y vienen "fechas" que me recuerdan que el tiempo ha pasado. Pero no delante de mí, no ha ido caminando en el roce de mi piel, pues yo sigo acá y para mí, el tiempo se ha quedado atrás. Y hay días que dicen que estás creciendo, hay años que dicen que ya has acabado con una etapa de tu vida, hay horas que dicen qué será de ti, pero también hay días (y estos abundan) que no dicen nada. Es por esto que me consume la necesidad de leer, escuchar, ve...
No seré miel, pero tengo algo de dulce y pegajoso. No seré agua, pues no he sido transparente. No soy del todo negra y por eso tampoco seré carbón. No vengo a salvarme, pues entiendo que no tengo salvación. Voy a caminar hasta que me canse, después dormiré sobre la pradera del placer.  Verdosa, amarillenta y silenciosa, porque he manchado mi alma. Ya no seré alma, porque de la tierra soy. Y no seré tierra tampoco, pues aquí me tienes civilización. Y cuando despierte y deje de escuchar esa canción, allí estarás con esa sonrisa que me llena de aliento y me recuerda que viento y ceniza soy.