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Cuarto creciente


Escucho pasos de blanca y fría.
Esta mañana, se le olvido que andaba en un ciclo
 y salió disparada a darle vueltas al parque.
Me despertó
y yo le reproché su falta de seriedad.

Son cuatro: mientras crece,
mientras decrece
mientras se muestra estable…
Siente y en uno se vuelve llena,
como si ella misma pudiera vaciarse
en un renacer abstemio y sombrío.

Entro en la habitación para guardar los sonidos que me distraen.
Me sigue despacio
como quien sabe que anda perdida,
al fin entra en el cuarto,
en diagonal y sonriendo tímidamente.

Hoy fueron unas luces estelares las que la bailaron,
en los medios dicen que se llaman con nombres de planetas
y que la fase es creciente.

Como si
todas las mañanas
no me gritara en la cara:
¡temblá!
Esta vez vengo con lobos.

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