Amar y cantar son formas del sentir que conectan la fertilidad y la potencia del vientre, en su máxima expresión, con el ritmo de un corazón en el tambor de la alegría.
Pajaritas de amor, luces de la tierra,
cantoras madres de las explosiones celestiales
que en los cráneos vacíos
retumban las tripas del más serio y el más frío.
Negras pálidas y colorás.
Ardiente el fuego cuando vibra en la nota
musgosa la garganta cuando desgarrándose se agarra
y chilla el niño de todos dentro de la gota,
la forma de la barriga
en agua de sangre nutritiva.
Bien llamadas y aventuradas a gritarle al mundo la fuerza del femenino
protector
territorial
juguetón.
Huesera que abraza pero desentierra
los saca los huesos
los reconoce
en el olor y el color
los acomoda
los quema
y enfrenta uno a uno.
Cantando se vive y pintando también.
Abrazo a las que cantan y me hacen sentir cosquillas,
Catalina
Luz Marina
Martina
Carolina
Etelvina
¡Totó!
Abrazo a todas las que huelen a tierra de andar y de buscar lo que parece gastado para pintarlo de sensaciones con leche y galletas.
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