Y sentir que los días son poco para algunos,
verse en el reflejo de un tiempo obligado
antecedido
otorgado.
A mí que me desplacen los segundos de batalla
frente a esta muerte del que hacer,
que me arranquen la piel de las agallas
antes de usarla para simular un querer.
Cada tiempo en su segundo de inmediatez
de necesidad
de tentativa responsabilidad,
¡negación!
y de doble vía:
desde el conflicto hasta la libertad;
desde el vacío hasta la soledad.
verse en el reflejo de un tiempo obligado
antecedido
otorgado.
A mí que me desplacen los segundos de batalla
frente a esta muerte del que hacer,
que me arranquen la piel de las agallas
antes de usarla para simular un querer.
Cada tiempo en su segundo de inmediatez
de necesidad
de tentativa responsabilidad,
¡negación!
y de doble vía:
desde el conflicto hasta la libertad;
desde el vacío hasta la soledad.
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