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Cavilaciones estúpidas de un desesperado - La Ocupación-





Es un momento en el que mi producción mental está determinada por la rutina y las ocupaciones, no tengo tiempo ni de recordar cuantas cosas tengo que hacer. Es un momento nublado y triste, agitado y borroso. Pero tengo la esperanza de que saldré bien mental y fisícamente de estas pesadas semanas, no lo son tanto, también ayuda mi desordenada cabeza que me pone con líos en el tiempo, y este cuerpo del placer que le da por rendir poco y quejarse mucho. Creo que es un rato para darme cuenta que no importan la presiones, ni los estresés, la única manera de no morir en el intento de cumplir, es la calma interna y el amor. No estoy para vainas tan románticas, pero creo que es importante darle un papel a este tema tan cliché en momentos tan aburridores e incomprensibles como este.

Nadie es culpable, sólo yo y mis decisiones, que terminan metiéndome en líos que sólo yo puedo solucionar - al fin y al cabo la que decide tener tantas responsabilidades soy yo-. Y no es del todo imposible.

El tiempo me persigue y me pega mordiscos de vez en cuando, pero creo que estoy entendiendo que alguna vez comprenderé momentos así y que seré feliz, pues algún día seré capaz, ahora sigo soñando mucho. Y el que sueña o piensa pierde, esto va rápido, no hay forma de detenerse o desconcentrarse. Ya vendrán momentos en los que usted (si lo decide) podrá soñar o bailar, pensar o descansar en la playa. El resto del tiempo lo tienen quienes lo ocupan.

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