Hace poco alguien me hizo notar que la luna llena incidía en nuestro comportamiento, yo había escuchado algún cuento sobre el agua del cuerpo que cambiaba con la luna y la energía de esta, pero nunca lo traje a mi cotidianidad y siempre pensaba que tendría que reflexionarlo mucho para encontrarle sentido. Lo que pasa es que las niñas tenemos cada mes una luna que nos hace cambiar de una manera notable, obviamente hay quienes lo manejan con propiedad y ni siquiera se dan cuenta de los cambios que la luna roja trae con ella, pero en mí, esta luna hace locuras, no sólo físicamente, esa hinchazón y ese dolor hacen parte de un proceso natural que entiendo y adapto a mis quehaceres normales, pero en mi sensibilidad, en mi tacto, en mi cabeza, vuelan sensaciones que llenan de color mis días, los hacen tan emotivos y tan especiales que cada mes los disfruto más. Pero entonces con la luna llena (a veces coinciden las dos lunas), es otro cuento, aquí no hay síntomas físicos tan visibles, aquí se trata de un "caos" que permea nuestros días, donde prima el desorden, la pereza y las ganas de ser un animal; a mi sólo me dan ganas de estar en la calle por las noches, cual lobo aullador, quiero dormir toda la mañana, no quiero saber nada de la universidad y me paso el día leyendo cosas que me entretengan, sólo conversaciones que me animen, películas que me hagan sentir y cualquier cosa que altere mis sentidos, y así se pasan los días y empieza la rueda blanca a menguar, me reacomodo, vuelvo a sentirme humana, me dan ganas de estudiar y de escribir, quiero volver a quedarme en la casa y hago más "productivo" mi tiempo, hasta vuelvo a despertarme temprano sin problema...
Es extraño lo que sucede, depronto estoy empeliculada y exagero mis síntomas lunáticos, pero de algo estoy segura, hay un lobo que palpita dentro de mi, y si usted no tiene ese animal, yo estaría preocupado, podría entonces pararse bajo la luna llena y pensar en lo que siente, en cómo se comporta bajo su luz, tan envolvente y adormecedora.
Ahora sólo me queda pensar en las lunas de las mujeres, en la conexión que hay entre ellas, la vida entre la fértilidad y la tierra, el ocio y el hedonismo, somos entonces ¿afortunadas?...
Comentarios
un beso linda, que lindo tu blog!