Espina

Confusa esperando aquel momento
que ella sabía imposible evitar;
buscando hacerlo cada vez más lento
con suave amargura, fingió recordar.

Ojeó unas fotos, percibió el viento
y sintió difícil el cruel respirar,
se miró muy sola allí en su aposento
cual pájaro espino se echó a cantar.

El efecto del veneno, era inminente,
y aunque flaqueado su cuerpo, aún vivía,
ella entonces sólo tristeza sentía.

Volaba el alma ahora imponente
que se alejaba de un cuerpo yaciente,
¡materia inútil! Ya no es lo que solía.