Si la vida es un tango, entonces mi bandoneón está muy chueco -Así hablaba Zaratustra con su amigo “el gato” Suárez. -No es eso maestro, lo que pasa es que su melodía anda un poco menor por estos días. -Estos dos compañeros de batalla se pasaban los días hablando sobre lo que era la vida, buscando como darle sentido, de una manera figurativa, a su existir. –Ahora es tarde para el hombre. – Decía el señor Suárez. – Las cosas no son como antes, todos van de aquí para allá y no se paran ni un solo segundo ante el delirio de la tempestad, el canto del sol y el manso sonido de las nubes, todos ahora sólo comentan sobre el olvido que seremos, pues sí, seremos olvidados, pero tenemos que ser conscientes de la brevedad de nuestra existencia y no andar con opio entre las nubes, dañándonos la cabeza. Este mundo nos necesita Zaratustra, tenemos que recordar que este es el túnel al camino que nos espera, esta canción que apenas comienza cuando somos conscientes de ello, empieza a picarse cuando me