Palabras esquivas que bailotean por todos lados como si acariciaran el espíritu, se enredan en los oídos y se pegan de la lengua para morir en un instante blanco. Hurañas palabras sin alma. La imagen en mi cabeza se esconde entre las víceras: nada nombra lo que pienso. No es la descripción en el significado, es la maldita entidad abstracta del significante, flotando fluyendo rodando rebotando. Escondidas letras que alardean de su frialdad y me buscan, memorizaré las palabras, las aplastaré. Imagen: Lucía Fernández y Juan Diego Vergara, exposición "Sobre crecer y viajar" http://espaciomuseal.blogspot.com/2008_06_01_archive.html
Soy un gato de mí que escribe